26 de agosto de 2008

Lucky man (1970): A veces las canciones se transforman (y obvio, transforman a las personas). Cambian de color, cambian de sensación y cambian de dueño; esto depende de que la canción tome desprevenido al que la escucha o que el tiempo la transforme en un buen o mal recuerdo dependiendo del presente que tuvo la canción en una situación determinada. También se transforman cuando quien la interpreta le pone un vestido nuevo. Por ejemplo, Johnny Cash "se hizo dueño" de muchas canciones que él no escribió pero que interpretó de manera magistral; esas canciones requerían de su versión definitiva para quedar completamente hechas y con un lugar en la historia.

La canción que esta tarde pongo en este humilde espacio, ocupó su lugar definitivo la noche en que mi hermano Andywolf y yo, vimos a Miguel Durier junto a Ernie Becerra interpretarla de manera despojada, dulce y honesta, paradójica y tristemente hermosa. Estaban en un pequeño teatrico bogotano dispuesto para la poesía y la canción en su más pura expresión.

Un viejo trío de rock sinfónico se siente orgulloso, mientras que un ángel agradece la canción y reza por ellos y un guitarrista líder echa de menos a su amigo de travesías y sueños.

A Miguel Durier, su obra y su memoria. Gracias y esta canción, su canción.





http://www.youtube.com/watch?v=Q0tEC4Jc_Js#

1 comentario:

Andy dijo...

Yo ésta la escuché por primera vez en un especial de las 100 canciones del rock o algo así que hacían en radioactiva a finales de los 90. Me enamoré perdidamente, aunque ninguna más del grupo llegaria a gustarme. Que bonito volverla a escuchar.