23 de abril de 2010

Tan joven y tan viejo (1996): En el día de Cervantes dejo una canción de un tipo al que considero el mejor escritor de canciones en lengua castellana.

(En seguida la transcripción íntegra de la letra):

Lo primero que quise fue marcharme bien lejos;
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.

Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dió las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.

Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.

Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).

Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.

Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.

 

21 de abril de 2010

Visions of Johanna (1966): Fue el mes de Abril más gris y húmedo que recuerde. Bogotá estaba oscura, llena de paraguas y de pañuelos de papel en los bolsillos de las personas, llena de charcos transparentes que devolvían reflejos a la gente que los miraban con sus rostros amortajados. Un Abril roto y corto de dos semanas apenas, o tres.

Los días largos eran vecinos de las noches cortas y los pensamientos inevitables. El trayecto en colectivo hasta el Hospital San José lo pasaba mirando cómo las gotas de lluvia se rompían contra el cristal de las ventanas o abriendo sobres de monitas del álbum Panini del mundial de Alemania 2006. Desde la calle 13 hasta el hospital todo apestaba: los vendedores ambulantes, los mendigos, los rateros, las monjas, los pobres, los ricos, mis manos yertas, el cigarro en mi boca, todo.

En el hospital la situación era insoportable. El corazón inquebrantable de mi abuelo Humberto, arrodillado frente al padre carpintero del Cristo, contrastaba con su mirada vencida que intentaba disimular para no contaminar de derrota a sus cuatro hijos. Recuerdo en sus manos los panes y las veladoras que ofrendó esa Semana Santa.

Ya de noche, en la casa, guardábamos el pan en una canasta y prendíamos la veladora junto a la Virgen María que aún permanece en el antejardín. Sentados en la sala le enseñaba las monitas del álbum deteniéndome en los cracks, al tiempo que sus pies descansaban en un cojín viejo que ponían en el piso todas las noches mientras miraban televisión.

La noticia llegó con una mañana de viernes en la que el frío espantaba el aliento. Yo escribía las primeras líneas de mi tesis cuando escuché el teléfono y luego a mi papá subír las escaleras y balbucear fuertemente lo que nos temíamos. Llamé a Wolf y le conté también. La tarde anterior a la salida del Hospital San Ignacio -después de un traslado inútil- rompí en llanto lejos de todos, negando lo evitable y lo inevitable.

Una semana después, de regreso casa, el disco de Dylan sonó una y otra vez; y todo el camino aquella extrañana canción. Las cenizas de María Ana, mi abuela, se las había llevado el río dejando intacto a ese dolor insaciable que me controlaba. En mi habitación volví al único refugio tibio en medio de esa sensación fría de abandono irreparable: esa canción de Dylan que contiene aquel verso que reza "la radio de música country suena bajito pero no hay porqué apagarla".

Las visones de Johanna me traen consigo a María Ana Vega Montero. Siempre.

 

5 de abril de 2010

Jesus, etc. (2002) Séptima de 7 canciones dedicadas al tipo que murió en la cruz, alguno de sus discípulos o algún episodio de su corta vida. 7 canciones sobre Jesús en plena Semana Santa.

Domingo de resurrección para decir que Jesús seguirá siendo superestrella. Vendrán más canciones sobre el hombre que permanece en la cruz mientras lo miro, le pregunto, le respondo, le cuestiono, etc. Y la contradicción sigue ahí, y seguirá ahí, por siempre.

Supongo que a Jeff Tweddy le pasa lo mismo y decidió hacer la canción más hermosa sobre Jesús. Una joyita preciosa que decidió refundir en el tesoro llamado "Yankee Hotel Foxtrot".

Me preguntaré siempre de dónde sacó Tweedy esta oración al revés, que me genera una inmensa felicidad cada vez que la escucho.

 

3 de abril de 2010

Libros Sapienciales (1971): Sexta de 7 canciones dedicadas al tipo que murió en la cruz, alguno de sus discípulos o algún episodio de su corta vida. 7 canciones sobre Jesús en plena Semana Santa.

Jesús de Nazareth fue judío. Su presencia no habría tenido el más mínimo sentido sin la existencia del pueblo judío y el pacto que hiciera con Dios, concentrado en la promesa de que su hijo vendría a redimir a su propio pueblo. A partir de entonces, profetas y sabios pepararon el camino para la venida de Cristo. Todo -o casi todo- quedaría consignado en el Antiguo Testamento en el que las historias de un Dios furioso y resentido dan paso a unos bellísimos textos conocidos como Libros Sapienciales.

Casi dos mil años después, un grupo de melenudos argentinos del barrio de Quilmes, formaron Vox Dei y al poco tiempo gestaron la magistral obra conceptual "La Biblia". En apenas un disco de ocho canciones llevaban al formato canción la épica historia del pueblo judío y la llegada del Mesías redentor.

Cuenta la historia del Rock Argentino que la Iglesia aprobó gustosamente dicho álbum, que contenía veladamente un mensaje liberador. Jamás Vox Dei volvió a hacer una obra de semejante tenor pero "La Biblia" reapareció en diferentes formatos y reediciones, convirtiéndose sin duda en uno de los discos más importantes del rock cantado en castellano.

Esta versión de "Libros sapienciales" 1997 cuenta con la impagable colaboración de Andrés Calamaro, que embellece y enaltece la mejor canción del disco.

 

2 de abril de 2010

30 denarios (1991): Quinta de 7 canciones dedicadas al tipo que murió en la cruz, alguno de sus discípulos o algún episodio de su corta vida. 7 canciones sobre Jesús en plena Semana Santa.

Otra canción que explora la misteriosa relación entre Jesús de Nazareth y Judas Iscariote. Se trata de la gloriosa y metafísica "30 denarios" compuesta a cuatro manos y dos cabezas por los geniales Charly García y Pedro Aznar -en pleno periodo de rehabilitación del primero- que revela entre líneas una verdad que debería mandar al olvido todo lo demás: "Nadie sabe que la historia fue mal contada y que el beso de la muerte fue por amor".

El resto no lo sabemos...

 

1 de abril de 2010

La cena (2007): Cuarta de 7 canciones dedicadas al tipo que murió en la cruz, alguno de sus discípulos o algún episodio de su corta vida. 7 canciones sobre Jesús en plena Semana Santa.

La historia y la Iglesia se han encargado de que los años y los libros no cesen de condenar a Judas Iscariote. El antagonista en la vida de los últimos días de Cristo. Dicen que 30 monedas de plata fueron suficientes para que entregara a su amigo. Nikos Kazantzakis en su libro "La última tentación de Cristo" revela una hermosa relación entre Judas y el Nazareno. Luego la ciencia se ha encargado de sugerir que en efecto Judas no traicionó a Jesús, o que simplemente, no sucedió como lo cuentan los evangelistas en el Nuevo Testamento.

Más allá de lo cierto y lo incierto, Judas Iscariote también vivió profundos momentos de dolor que lo llevaron a la muerte antes que el mismo Cristo. El asturiano Xabel Vegas lo narra magistralmente en la siguiente canción, que hace parte de su primer EP titulado "Canciones sobre traiciones y mentiras" de 2007 en el que no por casualidad también hay una canción llamada "Simpatía por el débil" como Judas Iscariote.