22 de febrero de 2012

Otra eternidad(2008): A unas horas del concierto de hoy... Entre las cosas más inexplicables de la vida se encuentra la emoción que genera una canción. Quizás sea lo más bonito de ellas, que emocionan. Anoche en un concierto en el norte de Bogotá, el artista, protagonista de la noche, poco consiguió emocionarme. Casi no enciende el fuego necesario. A la mayoría sí. Mientras pensaba en el concierto de esta noche, pensaba en la emoción, en el público bogotano, en lo poco exigente que es y a su vez tan entregado. Quizás así sea el público de todo el mundo y de toda música. No lo sé. Pensaba también en la emoción que me generan las canciones de Andrés Correa, el escritor de canciones colombiano que más me gusta y con el que tengo el enorme gusto de trabajar. No hay concierto alguno en el que Andrés, con cinco discos editados y toda una vida aún por delante, no ponga todo de su parte. La ley del mínimo esfuerzo en él no existe. No hay concierto alguno de Andrés en el que no me haya emocionado. Escuché las primeras grabaciones de sus nuevas canciones y, sin temor a equivocarme, encuentro la fuerza sagrada que adivierte ese artilugio llamado canción. Me emocionan tanto como espero que hoy en la noche emocione a los asistentes. Privilegiados ellos. Será a las 8:00 de la noche en el Teatro R101 (Calle 70 A Nº 11-29) Esa nueva cosecha conecta profundamente con aquella obra de la que hace parte esta canción:


 

Ps. Perdón por la torpeza.