28 de agosto de 2008

Influenza (1983): Los dueños de las casetas reconocen algunos nombres, caras e historias. Cuando la cara, el nombre o la historia es conocida ponen precios altos. Cuando no conocen intentan adivinar, echan embuste. Dicen "es americano, deme veinte mil". Les digo que no, que es nacional. Les ofrezco un valor mucho menor. Dependiendo de lo que sea transamos. Otras veces corro con suerte. No echan embuste. Cobran barato por lo que no conocen. A veces me acerco a las casetas en las que también venden basura. Como sólo les interesa salir de lo que venden, cobran lo mismo por lo conocido que por lo no conocen. Allí también encuentro. En una de esas casetas, dispuesto a enmugrarme las manos me detengo a buscar. Opto por la segunda caja. Doy con una joya perdida en medio de polvo nauseabundo. Es conocido y desconocido. Lo he visto pero es diferente. Sonrío. Pago tres mil y sonrío.

Todd Rundgren, genio de genios, el Prince blanco (como lo bauticé), ha inspirado en varias ocasiones al delirante señor del universo. La curiosidad está en vuestras manos.



5 comentarios:

Andy dijo...

juemadre! influencia!. pero además está espectaculaaaar (grito histérico). Y no conocía a ese pisco!

juan dijo...

infuyente influencia, todos tenemos algún faro sobre el que nos levantamos (incluso las luces que alumbran más)... recuerdo el homenaje garcia cuando cobain dijo adiós a dios y el bigote bicolor apareció entonces tan rubio en su nirvana...

Anónimo dijo...

te quiero mucho. T e amo. Estoy ebria con Miguel y con andy Gauldron, oyendo tu hermoso blog, siendo felices con esta hermsa cancion... Gracias. te queremps...

Andy dijo...

willie hay alguna forma de que me compartas el disco dónde sale esta canción?? ya sé que es conchudo pero no lo encuentro en soulseek.

Anónimo dijo...

Oh my god... Perdona el mensaje etílico de anoche...