11 de septiembre de 2008

The hands that build America (2002): 4 de 6 canciones memorables usadas por Martin Scorsese en alguno de sus grandiosos filmes (no incluye documentales).

Dos horas y media de total deleite. El viejo Teatro Embajador (con una pantalla enorme, DE CINE!, DE VERDAD!) sirvió aquel diciembre de 2002 para cumplir una cita más con Scorsese y con sus increíbles filmes, en especial, este lleno de una escenografía majestuosa grabada completamente en exteriores (como antes) y una historia grandiosa: la construcción de una ciudad. Violencia, racismo, inmigración, religión, culpa, redención, honor, sordidez y una historia de amor. Sí, una historia de amor, que según la gente, le resta calidad a la trama. Me pregunto ¿porqué carajos no cabe ahí (como en todo lado) una historia de amor? Claro que cabe, así como la muerte, el amor suele estar presente, siempre.

Las ciudades de América, su ideosincracia, su tensión y su encanto, fueron construidas por miles de manos invisibles, cubiertas por el bronce de las estatuas de hombres afortunados y desafortunados. La huella trazada por la manos de esos ciudadanos fueron borradas por las huellas de las generaciones siguientes (esto pasará hasta el fin) pero perdurarán para siempre en cada una de sus calles. Sin esos hombres nada sería hoy en día.

Hermosa canción de U2, hecha específicamente como un favor a Scorsese para la película. La voz de tenor de Bono respaldada por el resto de la banda y un par de instrumentos tradicionales de Irlanda (violín y flauta), llega a niveles insospechados, llena de nervio y alma, cantándole a una ciudad que nos pertenece a todos.

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