17 de noviembre de 2008

Crazy love (1970): Van Morrison es norirlandés. Tiene 63 años pero parece que tuviera trescientos. Es robusto y da la impresión de tener un carácter frío y fuerte. A veces pienso que Van Morrison es un árbol eterno que un día se cansó de estar enterrado en un bosque de Belfast lleno de seres fantásticos y decidió ser parte de otra mitología. Descubrió entonces que los sabios de su nuevo bosque imaginario no habían nacido en un bosque sino en una tierra árida y recia cerca al delta del Mississipi. Descubrió también que el encanto que rodeaba a sus nuevos maetros nacía de una profunda nostalgia: de la tristeza de los desterrados y los desheredados. En medio de esa desolación en la que la música alienta a seguir de pie, Van Morrison comprendió perfectamente de qué se trataba. Se sentía igual a los viejos Ray y Hank. Un día y sin pensarlo mucho Van partió desde Belfast hacia ninguna parte para cantarle al universo entero canciones como esta. (Asumo entonces que el gran Van Morrison es el verdadero Titanic, el que no querían que se hundiera, el que no se hundirá jamás). 

Para Diana Consuelo.

 

1 comentario:

PALA dijo...

... la escuché y corrí a dedicarla...
¡No se puede hacer otra cosa!