Bandidos rurales (2001): Cuando vi la tapa del disco que contiene ésta canción que también titula al disco, quedé gratamente sorprendido. La mejor carátula de un disco de León Gieco. Él -León Gieco- que usa las palabras como su única arma, contundente y letal para los oídos limpios de los hombres sucios de cuello blanco mortesino; está vestido como un bandolero de La Pampa y se apoya en una escopeta. Todo un atrevimiento a su propia fe. En la foto de la tapa está León mirando al horizonte, en un campo abierto, sabio y duro, como esos que robaban y atracaban grandes botines para repartir entre los que apenas comían pan. Pero eso era antes. Ya no hay gente así, como esos bandoleros, esos bandidos rurales que se ganaron el corazón de los campesinos de muchos países. León mira hacia atrás y mira hacia adelante y sus canciones se vuelven la balanza justa del tiempo y su eterno andar.
1 comentario:
ocho son los orozco, yo los conozco... y aqui el noveno muere hermosamente fuera de la ley.
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