Colombita (2006): Es claro que uno no elige el país en que nace. Yo soy colombiano desde que nací. Alguna vez Borges dijo que ser colombiano es un acto de fe. Fe es creer sin tener pruebas o evidencias de lo que se cree. Quizás por eso, sabiamente o no, Borges dijo lo que dijo. Hoy hace 200 años Colombia dejó de ser una colonia española. Hoy el pueblo colombiano celebra dicho acontecimiento sin mirar atrás. Los medios ayudan a que la fiesta sea grande y que el corazoncito palpite tricolor. Todos arman el mismo collage con imágenes de la gran memoria colectiva empapada y limitada de unosunos, cincoceros, campeonesdelmundo, premiosdemontañas, vacunascontralamalaria, premiosnobel, premiosgrammy, premiosemmy, elmejorcafédelmundo, operacionesjaque, colombiaespaciónytodolodemás. Yo soy colombiano porque sí. Yo también canto el gol y como guayaba. Yo no olvido la barbarie. Pero ni me enorgullezco, ni me avergüenzo. Muchos colombianos sí. Así somos.
Mi patria, mi nación, o mi país no se llama Colombia, ni tiene límites mentales, ni fronteras morales absurdas. Cursi o no esta es mi verdá. Mi patria reside en las palabras, los besos, los abrazos y el corazón de Hernán Humberto, Sara María, Andrés Wolf y Diana Consuelo; en el corazón y el hogar de cada uno de mis amigos, en la alegría y el dolor de cada uno de ellos; en tantas cosas bellas como bien lo dijo Blades; en cada paso que doy y que va marcando mi camino sin rumbo fijo. Y eso lo celebro todos los días de la mano del sol y el arrullo del frío.
No veo porqué tanto alboroto. En todo, caso hace 200 años existe Colombia, la jovencita que mi amigo Pala dibuja tan bien en esta canción.
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