20 de julio de 2010

Colombita (2006): Es claro que uno no elige el país en que nace. Yo soy colombiano desde que nací. Alguna vez Borges dijo que ser colombiano es un acto de fe. Fe es creer sin tener pruebas o evidencias de lo que se cree. Quizás por eso, sabiamente o no, Borges dijo lo que dijo. Hoy hace 200 años Colombia dejó de ser una colonia española. Hoy el pueblo colombiano celebra dicho acontecimiento sin mirar atrás. Los medios ayudan a que la fiesta sea grande y que el corazoncito palpite tricolor. Todos arman el mismo collage con imágenes de la gran memoria colectiva empapada y limitada de unosunos, cincoceros, campeonesdelmundo, premiosdemontañas, vacunascontralamalaria, premiosnobel, premiosgrammy, premiosemmy, elmejorcafédelmundo, operacionesjaque, colombiaespaciónytodolodemás. Yo soy colombiano porque sí. Yo también canto el gol y como guayaba. Yo no olvido la barbarie. Pero ni me enorgullezco, ni me avergüenzo. Muchos colombianos sí. Así somos.

Mi patria, mi nación, o mi país no se llama Colombia, ni tiene límites mentales, ni fronteras morales absurdas. Cursi o no esta es mi verdá. Mi patria reside en las palabras, los besos, los abrazos y el corazón de Hernán Humberto, Sara María, Andrés Wolf y Diana Consuelo; en el corazón y el hogar de cada uno de mis amigos, en la alegría y el dolor de cada uno de ellos; en tantas cosas bellas como bien lo dijo Blades; en cada paso que doy y que va marcando mi camino sin rumbo fijo. Y eso lo celebro todos los días de la mano del sol y el arrullo del frío.

No veo porqué tanto alboroto. En todo, caso hace 200 años existe Colombia, la jovencita que mi amigo Pala dibuja tan bien en esta canción.

 

10 de julio de 2010

Oh my love (1971): Al final de mis días cuando el corazón y la mente ya no puedan más, esta canción de John Lennon me susurrará el nombre Diana Consuelo como la verdad absoluta, como la felicidad definitiva. Para ella en su cumpleaños.

Oh my love for the first time in my life,
My eyes are wide open,
Oh my lover for the first time in my life,
My eyes can see,

I see the wind,
Oh I see the trees,
Everything is clear in my heart,
I see the clouds,
Oh I see the sky,
Everything is clear in our world,

Oh my love for the first time in my life,
My mind is wide open,
oh my lover for the first time in my life,
My mind can feel,

I feel the sorrow,
Oh I feel dreams,
Everything is clear in my heart,
Everything is clear in our world,
I feel the life,
Oh I feel love.

 

8 de julio de 2010

It don't come easy (1971): A Ringo (el baterista más grande de todos los tiempo), con amor: Cuando los demás se fijaron en ti ya eras famoso en la ciudad. Sabían que tenías el don y la magia en cada una de tus extremidades, que eras la pieza que le faltaba al rompecabezas. Sin ti no habrían sido nadie. Le diste sentido a las películas que Richard Lester hizo con ustedes: la escena en la que vas caminando solo y taciturno junto al río, el anillo del sacrificio, tu tía y todo lo demás también. Renunciaste sin quererlo, apabullado por tres egos que se disputaban tu amistad y humildad. Pero volviste para hundirte con el barco en un final casi feliz. Después vendiste muchos más discos que los genios que te acompañaron en cada grabación. Y Keith Moon y Marc Bolan y Stephen Stills y Frank Zappa y Dr. John, y Peter Frampton y Elton John y Robbie Robertson y Harry Nilson y Ron Wood y Jerry Lee Lewis y Carl Perkins y tu infinita banda de estrellas -incluyendo a John, Paul y George- hicieron del rocanrol amistad a tu lado. Las canciones y los discos que más felicidad me han otorgado tienen tu ritmo y tu tempo. Y eso es suficiente. Felices 70, Richie!