In dreams (1963): Dennis Hopper escribió, dirigió y protagonizó "Easy Rider" (1969) y definió el significado de la contracultura, llena de matices y contradicciones: la feliz contemplación y la movilización amarga. Dennis Hopper pudo no haber hecho nada más y habría bastado para grabar su nombre en el corazón del siglo XX y el rocanrol. Pero hizo más, incrustó en mi memoria su papel del horrendo Frank Booth en "Blue Velvet" (1986) torturándose al escuchar y balbuceando la voz del bendito Roy Orbison en una preciosa canción hecha para hacer quebrar, incluso, hasta al más fuerte. Larga vida a Dennis Hopper.
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