29 de noviembre de 2009

Behind that locked door (1970): Sigo sin entender a las personas que no le gustan los Beatles. Hace 17 años mi hermano Andrés Wolf y yo, enamorados de las canciones de John, Paul, George y Ringo, jugábamos a "ser los Beatles". Casi siempre él hacía de McCartney y yo de Lennon, en otras ocasiones alguno de los dos hacía de periodista y entrevistaba al beatle que el otro interpretaba. Recuerdo una ocasión en la que yo estaba entrevistando a Paul, le pregunté qué opinión le merecía la guitarra mágica de George y su respuesta fue la siguiente: "no sabía que George tenía una guitarra mágica". Un breve silencio invadió nuestra habitación mientras miraba sorprendido a Andrés 'Paul' Wolf por la respuesta que acababa de espetar para luego mearnos de la risa. Ahora cada vez que George Harrison aparece en nuestra conversación trae en sus manos a su guitarra mágica. Los casetes en que grabábamos las históricas sesiones fueron testigos de nuestra felicidad beatle.

Ocho años después aún te echo de menos, querido George. Hoy te recuerdo con este dulce country, que redescubro en el momento justo, cuando mi corazón vaga por terrenos sembrados de guitarras slide y pedal steel. Forever young.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanta emoción en esa canción y en ese recuerdo!!