6 de agosto de 2009

Lonesome day (2002): A veces la música de una canción se impone y contrapone a la letra. Esta vez Bruce Springsteen hizo de Lonesome day un himno glorioso, para acompañar en el camino a los que han perdido y han sido heridos por sorpresa, a los valientes, a la gente buena.

Hoy, en la fila de un banco, un par de ancianos -que me acordaron de mis abuelitos-, aguardaban a llegar adelante para realizar sus diligencias, mientras tanto conversaban mirándose, y en los silencios sólo se miraban y "hablaban" con sus miradas. En un rápido gesto el anciano acarició la mejilla de su esposa y ella respondió con una sonrisa repleta de amor verdadero. Lo sentí. A veces el más mínimo gesto de ternura nos salva el día.



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