Devils & dust (2005): Hizo una pausa y recordó aquellos versos de Enrique Bunbury: "Una canción triste para los momentos bajos, para sentirte acompañado cuando sientes vencido, una canción triste para cuando estás solo, cuando no sabes el modo de salir adelante". En seguida buscó ese disco de Springsteen que lo había enamorado de 'el Jefe' para siempre, puso la primera canción y aguardó atento mientras escuchaba a esa voz ronca hablar del miedo y de dios. Respiró hondo y continuó. Valiente y con dudas.
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