12 de mayo de 2012

Mama, you've been on my mind (1970): Alta traición. Alta tensión. Hipertensión. Reanudación de hostilidades. Y una canción que ha caído como anillo al dedo.

Perhaps it's the color of the sun cut flat
An' cov'rin' the crossroads I'm standing at,
Or maybe it's the weather or something like that,
But mama, you been on my mind.

I don't mean trouble,
please don't put me down or get upset,
I am not pleadin'
or sayin', "I can't forget."
I do not walk the floor bowed down an' bent,
but yet, Mama, you been on my mind.

Even though my mind is hazy
an' my thoughts they might be narrow,
Where you been don't bother me
nor bring me down in sorrow.
It don't even matter to me
where you're wakin' up tomorrow,
But mama, you're just on my mind.

I am not askin' you to say words
like "yes" or "no,"
Please understand me,
I got no place for you t' go.
I'm just breathin' to myself, pretendin'
not that I don't know,
Mama, you been on my mind.

When you wake up in the mornin',
baby, look inside your mirror.
You know I won't be next to you,
you know I won't be near.
I'd just be curious to know
if you can see yourself as clear
As someone who has had you on his mind.

 

5 de mayo de 2012

Parao (2002): Esta semana el cacto ha vuelto a florecer. Cada botoncito que brota en él alegra mi casa. Ayer en la tarde mi padre llegó para contarme la noticia. Esta semana lo llamamos un par de veces para preguntarle cómo se encontraba pero nadie atendió ninguna de las dos llamadas. Pensamos que la hora no era la adecuada, que quizás estaba descansando. Las últimas veces que conversamos mientras me recetaba medicinas para una infección oftálmica y vitaminas, hablamos de Dios, de fútbol, de la enfermedad de Perthes, de la salud pública y del sistema óseo. Hace casi diez años me salvó la vida, cuando me vio me dijo "Si vienes mañana ya no hay nada que hacer". Yo me estaba desangrando por dentro. En mi última visita me contó su vida. Lo vi bien. Quería contarle que me he vuelto vegetariano y ver la expresión en su rostro. Fue el más grande. De él aprendí la misericordia.

Lo echaré mucho de menos, querido doctor Eduardo Alvarado Valero. Sabe, usted y yo nunca hablamos de música, pero hoy quiero decirle que siempre pensé que su vida fue así, como lo que canta Rubén en esta canción. Mi admiración eterna y mi agradecimiento infinito para usted. Ojalá que exista el cielo para volverlo a ver.