19 de enero de 2013

Algo ha cambiado para siempre (2010): Desde que escuché a Miren Iza en su proyecto en solitario llamado Tulsa sucumbí a su encanto, a cómo arrulla el dolor, a las formas y los dejos de su voz, a la intensidad con que aborda cada sensación, cada recuerdo, cada momento, a la precisión con que expone y disecciona el amor en sus canciones. La vida quiso que Miren Iza tocara en Bogotá el 18 de enero de 2013, en pleno centro histórico, a las tres de la tarde para unos pocos que fuimos más que muchos. Un show tan delicado como voraz. Al final, después de casi 50 minutos y con una alegría que me superaba, la felicidad se concretó por un instante cuando regresó para cantar una canción más, la que yo quería y ya me había hecho a la idea que no escucharía.

 

Algo dentro de mí se ha roto, se ha partido como una nuez
Habría pedido que esto no nos pasara a ti y a mí
Cinco días enteros sin saber, cinco días enteros sin saber
al sexto ya no preguntaré.

Algo ha cambiado para siempre.
Algo ha cambiado para siempre.

Ahora te vas al sur, me dices, el norte quédatelo tú
La lluvia incesante, tortura constante, ha negado tu corazón
Ya no te puedo querer, sólo falta que dejes de doler
Alguien tendrá que romper este rizo maldito de una vez.

Algo dentro de mí se ha roto, se ha partido como una nuez
Habría pedido que esto no nos pasara a ti y a mí
Se aburre el espectador, se cae agotado el telón
Aquí ya no hay nada que ver
Dicen que bosteza hasta el apuntador.

Si hay algo intacto aun, no sé
El miedo no avisa.